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lunes, 24 de noviembre de 2025

Simbiosis, el Rugido Colaborativo del Sur


  Valdivia celebra la unión de las artes en el gran final del circuito AACMUS

Por: Ismael Almeida

El Teatro Regional Cervantes de Valdivia se vistió de gala el domingo 23 de noviembre de 2025 para culminar un proceso trascendental: el concierto de clausura del Festival Simbiosis.

Este evento no fue un simple recital, sino el cierre de la Red de Festivales del Sur de AACMUS (Asociación de Agentes para la Circulación Musical del Sur), un circuito que durante el año demostró que la fuerza creativa chilena late con más vigor que nunca, desde Temuco hasta Osorno.

A lo largo del circuito participaron más de veinte bandas, noventa músicos y cincuenta gestores, en un esfuerzo colaborativo financiado por el Ministerio de las Culturas. La jornada en Valdivia se convirtió en la prueba viva del concepto que le da nombre: la Simbiosis, una fusión de ritmos, géneros y geografías.



 De la atmósfera al fuego del sur

La tarde comenzó con la propuesta más vanguardista del cartel. Desde Concepción, DPSE, el proyecto de Esteban Nualart Cuevas, nos sumergió en una odisea de electrónica, dream pop y ambient. Con dos LP lanzados en 2024 (Domingos de ambient y Magnética), DPSE mostró por qué es una de las propuestas más exploratorias del sur, desplegando un sonido envolvente que sacudió al Cervantes desde el primer tema.

















El tempo subió con la explosión de La Catalina, representante anfitriona de Valdivia. Con su exquisita fusión de ritmos y marcados elementos afro, y el eco de su álbum debut Golondrina (2024), La Catalina puso el acento en el paisaje y el compromiso social, ofreciendo una poderosa mezcla escénica y lírica que resonó profundamente en el público local.

 El rock que homenajea y el rock que explora

Desde Temuco, la intensidad del rock alternativo llegó con Restos de Violeta. Este quinteto, activo desde 2011, encendió el escenario con influencias grunge y psicodélicas. Su nombre, homenaje a Violeta Parra, delata su compromiso con el legado humano y artístico del sur. Integrantes de la red Humo de Temuco, confirmaron su estatus de banda de culto con una trayectoria sólida en la circulación nacional.















Luego fue el turno de Thementes, otra agrupación anfitriona. Con un pie en el rock clásico, progresivo y psicodélico, se distinguen por su riqueza instrumental y atmósferas expansivas. Respaldados por su álbum Lisérgico (2019), masterizado por el icónico Chalo González, ofrecieron una actuación de alta factura técnica y visual.














 El gran final: funk, ska y poesía de la tierra

El cierre musical estuvo a cargo de La Concuerda, agrupación nacida entre Osorno, Puerto Montt y Chiloé. Autodenominados “Rock-Funk-Skadélico”, pusieron a vibrar al Cervantes con su potente fusión de funk, ska, raíces latinoamericanas y una sección de metales (trompeta y saxo) que dio fuerza a su propuesta. Con su sencillo reciente, Latiendoamérica (2024), reafirmaron el espíritu de unión que caracteriza a AACMUS, dejando claro que su música es un punto de encuentro que dialoga con los ritmos del continente.

Entre las pausas, el festival elevó la experiencia con la intervención del poeta, artista visual y performer mapuche huilliche Kütral Vargas Huaquimilla. Oriundo de Calbuco y radicado en Valdivia, aportó la voz lírica y política del territorio. Sus poemas, que dialogan con la cultura pop y la cosmovisión mapuche, generaron un momento de profunda reflexión y resistencia cultural, haciendo de la Simbiosis una celebración de todas las artes del sur.
El pulso del directo: Como toda cita artística de esta magnitud, hubo momentos de gran pasión y otros de necesaria pausa. Si bien la calidad artística fue indiscutible, la espera entre los actos musicales, aunque necesaria para los complejos montajes técnicos, se sintió prolongada para el público. Estas interrupciones desafiaron la energía de los asistentes, quienes, con entusiasmo, esperaban la reactivación del espectáculo, sorteando el "enfriamiento" del intermezzo para volver a encenderse con cada nueva banda.

 Un Ecosistema Creativo Vibrante

El Festival Simbiosis no solo fue un concierto exitoso, sino la demostración de que cuando las organizaciones del sur se unen (AACMUS, MUDO, Humo de Temu, Asociación Rock Valdivia), son capaces de construir un ecosistema creativo vibrante y sostenible, proyectando el talento del sur de Chile hacia todo el país. La Simbiosis fue un triunfo de la música y la colaboración, que ya deja a los espectadores a la espera de un nuevo rugido desde el sur.


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